Al principio no me convencía mucho, porque también trata la
fallida historia de amor entre Fiona (la jueza) y Jack (su marido).
Pero no os preocupéis, ya que el tema jurídico no viene con
tecnicismos.
Trata el manido tema del consentimiento judicial, a un menor
de edad, de una trasfusión de sangre en los testigos de Jehová.
En vez de plantear la típica dicotomía Ciencia vs Religión,
que la plantea.
Yo me planteo que por qué hay que intervenir con esos
gilipollas! Qué se jodan…
La cosa no acaba ahí.
Putas religiones , fuera todas , sin excepción .
ResponderEliminarMe lo apunto, grácias .