Milagrosamente (lo que son los votos!) el PP prohibió con un
decreto-ley que no se mate en publico al Toro de la Vega, pero los habitantes
de Tordesillas no lo aceptan
Esto me recuerda al deseado, por algunos, referéndum de
Cataluña. Democracia sobre ley.
Yo no soy especialmente anti-taurino (aunque si lo prohíben
no voy a mover ni un dedo), pero esto me parece una salvajada pura y dura.
También era una tradición la dote, y que las mujeres
no votasen.
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